domingo, 25 de mayo de 2008

La Leyenda de la Luna Triste

He depositado en el fondo de mi rincón
la pequeña ánima de mi bella inspiración
la leyenda de la luna triste cuenta ella
las paredes y una suave brisa atienden

Con voz susurrante comienza la narración
tímida, revela el misterio que guardó
con tanta pasión, con tanta devoción
secreto oculto por el desdichado honor.

La ánima el nocturno relato comenzó:
“No hubo estrella que de niño lo iluminara,
la sequía sentimental invadía a Serot,
sin madre, sin calor, sin quien lo abrazara.”

Una pequeña pausa, luego continuó:
“Diferente el pasado Elissa lo tenía escrito
sus padres, sus hermanos la llenaban de mimos
amaba todo a su alrededor y era amada.”

La pequeña ánima se hallaba entusiasmada:
“Veinte y veintidós años llevaban por la vida
ella menor, dotada con un gran corazón,
el mayor, era el triste asesino del amor.”

Ahora, sin descanso alguno prosiguió:
“Gitana y soberbia vida seguía Serot,
tranquilo y dulce rumbo cursaba Elissa,
astuto el destino a caminar los invitó un día.

En la ciega noche de un desolado bosque
los dos las profundas y opuestas miradas cruzaron
en aquel instante eterno junto al lago
sintieron algo nuevo, se enamoraron.

Frecuentaban al bosque ir y entre rocas sentarse
anécdotas intercambiar, hablar sus pasados,
Serot descubrió que la vida si era amable
y Elissa supo de la vida el otro lado.

Transcurrieron años, ambos cambiaron
pero en el aire su amor seguía flotando
el sagrado y muy puro sentimiento reinaba
quisieron que hasta el final de los días perdurara.

Mas el mal que siempre anda merodeando,
furioso, envidioso, rabioso y descontrolado
en el hermano de Serot se poseyó
y fin quiso darle a su verdadero amor.

Por suerte, a tiempo Serot cuenta se dio
sus místicos rituales gitanos invocó
a Elissa en una blanca piedra convirtió
luego, besándola al cielo la elevó

Serot con forma de conejo se escondió
pero al ver perdida a Elissa en el cielo
al fuego indomable con valentía se lanzó
y en aquella piedra se trazó un conejo.

Los grandes y cultos sabios luna la llamaron
a aquella piedra tan deslumbrante como el sol
afirmaban que cuando desaparecía triste estaba
y símbolo la volvieron del amante y su amada.

Pero venturosos fueron Elissa y Serot
al haber conocido algo más valioso que el oro
sus pasados diferentes, su final precioso
su unidos corazones el amor rozó.”

Con estas últimas dolientes palabras
La pequeña ánima cumplió con su misión
contar aquella leyenda bien guardada
así, la ánima el último aliento dio.


KuNaK

2 comentarios:

34645645y dijo...

Buen texto,es tuyo?n_n


Queria invitarte a pasar por mi blog,
http://eljardindelastinieblas.blogspot.com/

Saludos

vera dijo...

Holaa...
Disculpa pero no me haz dicho tu nombre :S...espero me respondas...